martes, 30 de diciembre de 2014

Levantarse y andar

Hoy me tomé el día libre, pero en estas fechas y estos días no puedo rendirme y encerrarme en casa.
Así que no sé con que fuerza, me dediqué a disfrutar o más bien ir de compras estos días.
A veces odio ser tan consumista... pero me hace sentir muy bien ver algo que me gusta y poder comprarlo
Así que me animé para ir de compras y comprar ropa que ne valga para hoy por la noche.
No vestidos, lo cual es muy triste para mí como amante de los vestidos pero sí lentejuelas. Supongo que no se puede tener todo.
Estoy demasiado gorda para ir en vestido. Sí, siento realmente asco por mi cuerpo, es como si aunque la dermatitis ya no está la grasa me recuerda lo fea que realmente soy.
La gente dice que se irá, en su momento se fueron las heridas. Tardaron años pero se fueron, pero no sé si esta vez tendré paciencia. No sentirse agusto con uno mismo es casi peor que la depresión, porque no sé si se podrá curar.
Intentaré ir poco a poco aunque can a ser ya dos años y me estoy empezando a cansar de esperar, de no poder hacer casi nada.
¿De qué sirve vivir si no puedes hacer nada? Para mí no sirve de nada. Necesito saber que valgo para algo más que estar en casa odiando estar enferma.
Por eso he decidido hacer cosas, obligarme a hacerlas. Fingir que estoy bien, ser como una persona más. No estoy enferma sóloun poco débil pero no me voy a quedar en casa lamentándome por ello. Voy a levantarme, voy a salir y voy a intentar disfrutar hastaque mi cuerpo aguante.

jueves, 25 de diciembre de 2014

Desesperación

Cuando uno pierde la fe y la esperanza, ve que ya no le queda nada para vivir.
Sin familia y sin amigos yo pierdo la cabeza.
Otro ataque de ansiedad, esta vez no me corte quería sufrir, quería morir. Ya no tiene sentido luchar, no tiene sentido seguir aquí.
La gente tiene su vida y yo en cambio tengo una prisión. No puedo estudiar, no puedo trabajar ni siquiera puedo hacer cosas normales como el resto.
No soy útil, sólo un estorbo en este momento y no soporto que la alternativa sea esperar una especie de milagro para ser o hacer lo que la gente sana puede hacer

No puedo esperar más, ya estuve muchos años sin vivir o vivo ya o  no creo que pueda seguir esperando.

miércoles, 24 de diciembre de 2014

Noche de paz, noche de soledad

Siempre quise vivir fuera y sabía que habría unas navidades que pasaría sola y sin familia lejos de casa.
Pero serían unas navidades nuevas en un lugar nuevo, puede que estaría sola pero vería un lugar nuevo cada día.
Sin embargo, sigo aquí. En el mismo lugar, en la misma casa pero sola.
Es como si no tuviera familia. La tengo pero no está aquí.
Es peor, recuerdas que hubo una época que este día estaba en casa decorando o cocinando muy emocionada por cenar juntos. Es como el fantasma de las navidades pasadas, recordando que una vez tenia una familia unida o que cuando se separó intentamos hacer bien las cosas pero ya es imposible, la familia está totalmente rota y yo dejaré de creer en estas fiestas como una fiesta de unión y familiar para convertirse en un día aburrido más.
Ya el año pasado estaba mal porque mi madre se quedó en casa por obligación nochevieja.
Supongo que ya me desilusionó tanto que da igual que esté aquí o no. Sé que cuando tiene tiempo libre no lo quiere pasar conmigo y eso ya me basta.

martes, 16 de diciembre de 2014

El miedo de vivir

Estoy viviendo día a día, sin saber qué pasará mañana.
A veces estoy mejor, otras pienso que ya es demasiado tarde para mí.
Estoy atascada en una situación que no avanza, casi toda la esperanza se ha ido y no sé qué hace. Mi siquiera sé si mañana estaré mejor.
Este sábado fue de los peores del año. Mi padre me tuvo que acompañar al médico de guardia porque sino yo sola no podía ir. Luego en casa todo ese ruido de la música de los vecinos hasta las cuatro de la mañana.
Con ansiedad, miedo y sin saber que hacer. Así me sentí durante horas. Lo peor de todo es que  estaba sola, sin nadie con quien contar. Mi padre me dejó en mi casa y él se marchó fue ahí cuando empezó a decaer más aún la noche.
No sé que será de mí pero ya no me veo curada, más bien veo como mi cuerpo acabará fallando tarde o temprano.
Estos días me dan ganas de tomar alcohol y acabar con todo esto.
Que me de un ataque, me da igual no puedo soportar no valir ni siquiera para salir de casa.
A veces incluso pienso en despedirme porque da la sensación de  que se me agota el tiempo.

sábado, 13 de diciembre de 2014

Mirar a otro lado

No sé como la gente lo hace y como puede vivir con ello.
Pero esta sociedad está tan acostumbrada a mirar a otro lado y no hace nada que es como si los demás tuviéramos la obligación de hacer lo mismo.
Que si las leyes no te dejan, que si la policía no te hace caso, que no es asunto tuyo, que para algo están las leyes, etc..

Tal vez es que soy un bicho raro pero no puedo estar en casa ignorando los gritos y los golpes. Una parte de mí quiere alejarlos pero no paro de oírlos tarde o temprano vuelven y sabes que el final no va a ser bonito.
Pero la gente te corta, dice que no puedes hacer nada que tienes que vivir en tu propia casa sufriendo por unos golpes que no te dan y unos gritos que no son los tuyos.
Sé que la vida es cruel, siempre lo ha sido por lo menos en mi caso y aunque no tengo el más mínimo respeto por mi especie, no se puede mirar a otro lado, aunque sea por egoísmo de que un día puedes ser tú o simplemente por coherencia por luchar por un lugar mejor para todos.

Ni siquiera las leyes ayudan. Duele oír los gritos, duele oír los golpes pero lo peor de todo es que sabes que más gente lo sabe y no hace nada.
A veces da la sensación de que el problema soy yo, porque me duele, porque me cabrea, porque odio las injusticias y más si no puedo hacer nada.

Sé que la gente nunca me ayudó en todos los años que sufrí acoso escolar, ni cuando tuve la depresión pero  yo no soy ellos. Si alguien  no hubiera mirado a otro lado a lo mejor hoy en día no tendría depresión o tal vez mis recuerdos de mi etapa escolar no sean un motivo de odio a la especie humana.
Que yo tenga mis problemas no significa que tenga que pasar de los de los demás. Sí, a veces he deseado ver a la gente sufrir tanto que acabaran llorando sangre, suplicando por que acabe ese sufrimiento sin fin. Pero fue un momento de rabia, son pensamientos por los que no me siento orgullosa y sé que no quiero ser esa clase de persona. No quiero tener odio en mí ni desear mal a nadie, la vida ya es bastante dura de por sí.
No quiero ser como aquellos que me insultaban. Prefiero ser insultada y menospreciada toda mi vida a parecerme algo a ellos.
Si miro para otro lado no habrá diferencia entre el que pega y yo. Si miro para otro lado estoy aceptando el maltrato. Si miro para otro lado no estaré siendo yo misma.

lunes, 8 de diciembre de 2014

La belleza del dolor

Tantos años sumergida en mi propio mundo de sufrimiento y soledad me hicieron ver que no sólo las cosas felices son bonitas sino que también hay belleza en la tristeza, en el dolor.
Mi flor favorita, la rosa negra. Es un ejemplo de que algo aparentemente triste puede ser muy bello.



Es un símbolo de tristeza pero para mí la más bonita de todas las flores. Aunque de normal se use el negro como un color que adelgaza y favorece la figura en el fondo también se utiliza para mostrar tristeza y dolor.
Yo hubo un tiempo que sólo pensaba en hacerme daño y no podía vestir nada más que de negro entera. No soportaba los colores, demasiado alegres.

Usaba el negro porque sufría aunque la gente sólo veía a una chica vestida con ropa que le quedaba muy bien. El maquillaje negro en los ojos también  lo llevaba, prefiero algo natural pero a veces pongo sombras de colores pero esos días era negro. Sólo negro. Un maquillaje un poco gótico pero que queda muy bien.

La gente no puede ver más allá de ellos mismos. Nadie se dio cuenta que durante ese tiempo siempre llevaba guantes de los que cubren la muñeca y no los dedos. Podía parecer parte del look, pero eran de protección para recordarme si cogia algún cuchillo lo que no debía hacer.
Pese a todo notaba como si mis muñecas lo pidiesen, mi mente lo deseaba pero estaba empezando a tomar algo para evitar eso.
Ahora años después estoy intentando curarme pero es duro y difícil.
Casi siempre estoy sola, siento que ya no tengo familia. Esta mi preciosa Xana, la cual viviría mejor en libertad y no en un apartamento, siempre pienso que estaría mejor con otro dueño y no con alguien como yo que apenas puedo sacarla todo el tiempo que necesita.
Cuesta admitirlo pero una parte de mí piensa que hubiese sido mejor que la primera vez que cruzó un pensamiento suicida en mi mente, hubiera muerto. Porque desde entonces es como si una parte de mí siguiera muerta y nunca vaya a volver.
Ese día algo en mí murió, y es algo con lo que tendré que seguir viviendo o más bien sobreviviendo durante lo que me quede de existencia.

lunes, 1 de diciembre de 2014

Una sola cosa

Una sola cosa puede hacerte feliz o destruirte.
Sigo intentando recomponer mi vida, algo muy duro y difícil. Casi hasta he perdido la poca esperanza que tenia en curarme.

Sólo una cosa fue la causante de todo; de mi enfermedad fue causada por otra y está causó otra también. Creo que aún no me he podido recuperar de la primera enfermedad. Aún me doy asco,  sigo pensando en lo destructiva que soy para mí.
Llevo tantos años pensando lo mismo que casi parece imposible cambiar. Estos días hice lo de siempre, encerrarme en mi habitación huyendo de todo y de todos.

A veces pienso en el pasado y como mi todo lo veía de una forma en la que no era. En lo referente a mi vida digo, a las personas las veo tal y como son fácilmente, dediqué muchos años a observar a mi alrededor y no vivir tanto que soñaba en tercera persona muchas veces.

Pero, ¿por qué ahora me siento traicionada por personas que ya sabía lo que eran desde un principio? Tal vez fue porque pensé que podían cambiar a mejor.